"No me cuentes más cuentos" es un encantador libro infantil escrito por José Carlos Román e ilustrado magistralmente por Héctor Borlasca. La historia toma una vuelta ingeniosa y moderna sobre el clásico cuento de "Caperucita Roja", invitando a los lectores a un viaje lleno de aventuras y giros inesperados.

La narrativa comienza de manera familiar, con Caperucita preparándose para llevar una cesta de comida a su abuela. Sin embargo, la historia rápidamente se desvía hacia un camino nuevo y emocionante. Caperucita, impulsada por un deseo de cambio y la frustración con las viejas historias, decide tomar una ruta diferente, llevándola a encontrarse con personajes de otros cuentos clásicos como los Tres Cerditos, Hansel y Gretel, y Cenicienta, entre otros.

Lo que hace que este libro destaque es su capacidad para entrelazar varias historias de cuentos de hadas dentro de la narrativa de Caperucita, mientras mantiene una trama cohesiva y atractiva. A través de sus interacciones con estos personajes, Caperucita descubre la importancia de la autodeterminación y la posibilidad de cambiar los destinos predeterminados, temas resonantes tanto para niños como para adultos.

Las ilustraciones de Borlasca son igualmente impresionantes, llenas de color y vida, capturando perfectamente el tono y la emoción de cada encuentro. Su trabajo complementa maravillosamente el texto, sumergiendo al lector en un mundo visualmente rico y vibrante.

"Adiós Capitán" de Zuriñe Aguirre es una conmovedora obra infantil que aborda con delicadeza y profundidad el tema del duelo y la pérdida a través de los ojos de un niño. La historia se desarrolla cuando el joven protagonista se entera del fallecimiento de su abuelo, a quien cariñosamente llama "Mi Capitán". Este evento marca el inicio de un viaje emocional que explora el amor, la memoria y la imaginación.

La narrativa se caracteriza por su lenguaje poético y simbólico, utilizando los "gorros" como metáfora de las diferentes facetas y roles que asumimos en la vida, así como los desafíos emocionales a los que nos enfrentamos. La pérdida del abuelo crea un vacío en el corazón del niño, un "hueco" que parece imposible de llenar.

A pesar del tono melancólico, el libro está lleno de momentos cálidos y entrañables, principalmente a través de los recuerdos del niño sobre los tiempos compartidos con su abuelo. Estos momentos son evocados con gran ternura, destacando las historias imaginativas que el abuelo solía contar, su amor por las medusas y la música, y cómo estos elementos se entrelazan en un tapiz de recuerdos que consuelan y guían al niño tras la pérdida.

Zuriñe Aguirre complementa la narrativa con ilustraciones que capturan la esencia emocional del texto, utilizando colores y formas que reflejan la transición del protagonista a través de su duelo. La ilustración juega un papel crucial en la interpretación del texto, añadiendo una capa de profundidad y entendimiento para el joven lector.

"Adiós Capitán" no solo es una historia sobre la pérdida, sino también sobre el legado de amor y las lecciones que dejamos detrás. A través de la metáfora de las estrellas, el libro ofrece un mensaje de esperanza y continuidad, sugiriendo que aquellos a quienes hemos perdido permanecen con nosotros, guiándonos como luces en la oscuridad.

Este libro es una herramienta valiosa para padres y educadores que buscan abordar temas difíciles como el duelo y la pérdida con niños, ofreciendo una perspectiva que es a la vez accesible y profundamente resonante. "Adiós Capitán" invita a los lectores a encontrar consuelo en los recuerdos, la imaginación y el amor inquebrantable que sobrevive a la pérdida.

Hoy quiero compartir con ustedes una joya de la literatura infantil que ha tocado mi corazón, una historia encantadora que va más allá de las páginas para enseñarnos sobre la belleza de la vida y la importancia de los recuerdos: "Carocho abrió los ojos aquella mañana".

Este relato nos lleva de la mano de Carocho, un personaje con un corazón tan grande como su curiosidad, a través de un viaje lleno de descubrimientos, aventuras y, sobre todo, recuerdos. Desde la primera flor de la primavera, pasando por el juego con un pez en un riachuelo, hasta las lágrimas derramadas ante un atardecer mágico, Carocho nos enseña a valorar cada pequeño momento.

Lo que hace a este libro especial no es solo la capacidad de maravillarse ante lo cotidiano, sino también una profunda reflexión sobre lo que elegimos cargar en nuestra vida. La bola de recuerdos que Carocho crea y lleva consigo, aunque llena de objetos maravillosos, eventualmente se vuelve una carga demasiado pesada. Este giro en la historia es una metáfora poderosa sobre cómo a veces, en la vida, debemos aprender a soltar lo que pesa para poder seguir adelante.

La decisión de Carocho de dejar ir su preciada bola bajo la lluvia, y su realización de que los recuerdos más preciosos se guardan en el corazón, no en los objetos, es un mensaje profundo tanto para niños como para adultos. Nos recuerda que, aunque los objetos pueden perderse o desaparecer, los recuerdos y las experiencias vividas permanecerán siempre con nosotros.

"Carocho abrió los ojos aquella mañana" es, sin duda, un libro que invita a los pequeños lectores a observar el mundo con asombro y a encontrar magia en lo ordinario. Pero más allá de eso, es una invitación a reflexionar sobre lo que realmente valoramos y a recordar que lo más preciado no siempre se puede tocar, sino que se siente con el corazón.

Recomiendo encarecidamente esta lectura no solo a los amantes de la literatura infantil, sino a cualquier persona que necesite un recordatorio de la ligereza y la belleza que se encuentra en la simplicidad. Un libro que seguramente se convertirá en un tesoro en su colección, lleno de momentos que, al igual que Carocho, querrán guardar como un precioso recuerdo.